Ya he comentado
antes que no celebro la Navidad. La gente se molesta o se ofende porque no
contesto sus felicitaciones, en persona o por escrito, pero es que no
significan nada para mí, y no soy hipócrita (eso me facilitaría un poco las
cosas, pero soy fiel a mis principios).
Lo que sí hago,
es mi retiro de Solsticio de Invierno, así que durante los tres días más cortos
del año, recapitulo, analizo, medito, busco soluciones o por lo menos opciones,
y proyecto mi plan de trabajo para el año siguiente (aunque ya saben, si
quieren hacer reir a dios, cuéntenle
sus planes).
En esta ocasión
fue productivo aunque algo doloroso, ya que me alejé un poco de mi esencia
durante algunos años, y el resultado era una gran frustración que me estaba
llevando a una depresión, y no deseo pasar otra vez por eso (tengo un serio
historial al respecto).
Terminado el
ejercicio, después de esos días de estar pensando como loco sin saber qué hora
o día es, postrado en algún lugar de la casa, en compañía de mis gatos y algo
de alcohol, hoy me levanté temprano, hice ejercicio, me preparé un desayuno a
mi gusto, me bañé, y comencé a definir los puntos que debo trabajar.
Creo que un poco
de minimalismo le vendría bien a mi
vida, y necesito comenzar por hacer un ejercicio de elipsis, para depurar aquello que conservaré durante el 2018, tanto
en lo material, como en lo social, y por supuesto en lo personal y profesional.
El problema es
que el minimalismo supone piezas monotemáticas, quizá con estructuras bipartitas
para contrastar pero conservando la simplicidad, y yo he diversificado mucho en
mi vida, por lo que tengo varias áreas de interés (temas) que desarrollar. Esto
supone hacer una 'canción' para cada tema, después de hacer una selección del
material que voy a utilizar...
En fín, es hora
de sacar la basura, literal y figurativamente hablando.
Hasta la próxima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario