28 julio 2011

El sentido de la vida.

Cuando era niño me decían, así en la casa como en la escuela, que uno tenía que hacer las cosas bien en la vida, y eso implicaba siempre una tendencia hacia el progreso: ser un mejor ser humano, ser un mejor profesionista, etc. Esto suponía cultivar valores, buenos hábitos, cultura general, y conocimientos específicos de las áreas o campos en las que uno quería "fincar un futuro".

Así lo hice. Siempre me he entregado con pasión desmedida en aquello que me interesa, y siempre he salido adelante, aunque sea por compromiso, en lo que no me parece tan apetecible. He tratado de ser un individuo responsable, respetuoso, educado, íntegro, eficiente y honorable, a pesar de los muchos defectos que, como cualquier otra persona, me puedan hacer menos deseable o agradable.

Pasaron los años, absorbiendo información como esponja, aplicando esa información de manera interdisciplinaria, tratando de encontrar siempre la lógica detrás de las cosas para entender las causas que originan los efectos, tratando de "controlar" o al menos sobrellevar los aspectos negativos de mi carácter y personalidad, siguiendo un camino "hacia la luz" espiritualmente hablando, incluso en los últimos años haciendo ejercicio para darle a esa chispa divina que vive en cada ser humano un templo digno de ella...

Pero llego a esta edad, que en la astrología llaman "la segunda adolescencia", y se activa de nuevo la rebeldía, por protestar contra un mundo que al parecer se perdió en el camino pues la mayoría de la gente es todo lo contrario a lo que he escrito hasta este punto. La gente es feliz viviendo en la mediocridad, el conformismo, la falta de calidad y compromiso, la ignorancia; y se justifica y refuerza su posición con la visión de los demás, pues son mayoría. La gente no sabe escribir, no sabe leer, no sabe hablar, no sabe pensar (al menos inteligentemente), no entiende de educación ni de valores, se ríe de su propia ignorancia...

Y ahora me pregunto ¿qué sucedió?, ¿cuándo cambiaron las reglas del juego sin avisarme?, eso que vemos a diario en las calles y en los medios ¿merece llamarse "evolución"? Por favor que alguien me explique ahora ¿cuál es el sentido de la vida?, ¿en qué satisfactores debo buscar mi felicidad en este "nuevo orden"?

Realmente siento que no encajo en este mundo, no pertenezco a él, y por si fuera poco resulta que soy un utópico, neurótico y amargado por expresar todo esto; como no pienso dejar esta vida antes de que llegue mi hora, no me queda otra opción que aislarme en algún refugio antimediocridad, y tratar de encontrar a otros seres que, al igual que yo, andan el camino con evidente decepción, para al menos hacernos compañía, que no dudo que será interesante y grata...

("perdónalos señor, no saben lo que hacen")